Aguas profundas, obscuras, frías, una sombra y tu silueta, lejos, siempre.
tu rencor me recorre como las aguas en donde te pierdes.
dentro de aquella carcel a la que no e de regresar.
Y sin embargo te observo desde la distancia que tu marcaste. el corazón te llama, ya no hay lágrimas, no puedo.
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